Si el siglo pasado fue el período histórico de los grandes descubrimientos médico-científicos, que lograron revolucionar tanto el mundo de la medicina como la vida cotidiana de todos nosotros, modificando su calidad hasta una edad avanzada y, en consecuencia, ampliando sus expectativas, también el siglo XXI no es diferente. Uno de los grandes protagonistas del periodo histórico que estamos viviendo es sin duda el láser. Tecnología de punta, altamente sofisticada, versátil, con un toque «suave», por lo tanto indoloro. Conozcamos juntos sus ventajas, naturalmente con referencia al mundo de la odontología.
Tecnología láser en odontología: muchas ventajas para todas las edades
El láser encuentra hoy su lugar en la práctica dental diaria y apoya al dentista en una amplia gama de procedimientos que a un no experto le resultará difícil de creer. Gracias al láser, los más miedosos, tanto jóvenes como mayores, pueden olvidar de una vez por todas su miedo al dentista. Pero no solo. Estas son las ventajas del lado del paciente que ofrece el láser en odontología:
- menos anestésicos
- menos puntos
- menos dolor postoperatorio e hinchazón
- recuperación postoperatoria más rápida
- sin sensaciones desagradables durante las operaciones (no se perciben más vibraciones y ruidos)
Campos de aplicación del láser en odontología
Cirugía
El láser permite realizar la cirugía oral de una forma menos invasiva que las prácticas tradicionales, minimizando cualquier pérdida de sangre, promoviendo una rápida recuperación postoperatoria y limitando los efectos secundarios como la hinchazón y el dolor. Su capacidad de descontaminación y bioestimulación bacteriana lo hacen ideal para intervenir donde tradicionalmente es necesario el uso de bisturí, favoreciendo incisiones precisas y limpias y minimizando además el uso de puntos.
Implantología
Lo que se ha dicho en relación con la cirugía oral también se aplica naturalmente a la implantología . Gracias al láser, se reduce el tiempo necesario para la cirugía de implantes y la recuperación postoperatoria, y se minimizan las posibles complicaciones (hinchazón y dolor postoperatorio).
Periodontitis y Gingivitis
Hoy, gracias al láser, es posible tratar la gingivitis y la periodontitis, la inflamación y las patologías provocadas por la proliferación bacteriana a nivel de los collares gingivales, lo que conduce a la formación de bolsas que allanan el camino para el avance de las bacterias en profundidad. Un trastorno que, si se descuida, también puede conducir a la pérdida de dientes. Gracias al láser, es posible tratar la periodontitis y la gingivitis de forma suave pero eficaz al descontaminar las bolsas gingivales sujetas al ataque bacteriano. Esto se debe a que el láser es, como se mencionó, un excelente bactericida.
Caries
Aquellos que odiaban la turbina de perforación finalmente pueden relajarse. Hoy es posible eliminar la caries con un instrumento láser, sin dolor, sin vibraciones, sin ruido. Y sin que ninguna herramienta esté realmente en contacto con el diente. Gracias al láser, incluso los pacientes más temerosos y especialmente los pediátricos pueden tratar las caries con total serenidad.
Aftas, herpes, lesiones en la boca
El láser también es una excelente terapia para las aftas o herpes. En este caso, un tratamiento con láser alivia el dolor causado por estas lesiones y acelera su curación. En general, el poder bioestimulante del láser es excelente para cualquier tipo de lesión, ya que acelera la regeneración celular.
Estética y blanqueamiento
El láser es ideal para actuar sobre los dientes pero también sobre las encías. Un tratamiento con láser es ideal para eliminar las manchas tanto de los dientes como de las encías y para eliminar el exceso de tejido de las encías. En lo que respecta al blanqueamiento, el láser se utiliza en combinación con un gel especial.